El Carloctavismo opone Las Españas contra el mundo
unipolar, liberal y capitalista. Esta oposición frontal para hacer frente al
imperialismo yanqui, USA, en el continente americano y al imperialismo anglosajón-germánico,
UE, en el continente europeo; requiere un pan-hispanismo, no centralista, foral
como fue en el pasado y confederal en el siglo XXI.
Los Fueros mantienen la vigencia y permanencia de los
distintos Estados de Las Españas y responden a la necesidad de vertebración
confederal de las mismas. Las Españas deben ser una Confederación.
El Rey de Las Españas era y debe ser Rey de Nueva España,
Rey de Perú, Rey de Nueva Granada, Rey del Río de La Plata, Capitán de Chile,
Rey de Castilla, Rey de Aragón, Rey de Granada, Señor de Vizcaya etc.
La ventaja de articular una Confederación como Monarquía,
supone que ningún dictador absolutista, de cualquier signo, se pueda imponer en
Las Españas o en alguno de los Estados que las componen.
Los Estados de Las Españas fueron en otros tiempos
reinos, principados y señoríos independientes.
Principios de nacionalidad cuyo desarrollo culminó en su
unidad, conseguida por los Reyes Legítimos.
Pero esa unidad no anuló libertad de los Estados.
Porque los Estados tienen misiones propias que cumplir.
Obligaciones que satisfacer.
Y derecho por ley natural.
Por eso somos confederales.
Y pretendemos restaurar los principios forales, con la
modificación actual que es la Confederación.
Y esto no es privilegio exclusivo de unos pocos Estados,
sino que lo hacemos extensivo a todos.
Las Españas son soberanas.
No conceden prerrogativas a los Estados.
Pero reconocen su derecho.
Y los Estados tienen sus leyes sabías.
Que pueden perfeccionar.
Y pueden usar su lenguaje.
Y administrarse con arreglo a sus buenos usos y
costumbres.
Y utilizar su legislación civil.
Admitido el principio confederal, se puede afirmar:
Sin perjuicio de la existencia de un código general para
los asuntos comunes.
Que unas mismas leyes no son aplicables a todos los
Estados de Las Españas.
Porque la evolución de los pueblos no ha sido igual ni
uniforme.
Ya que con un fondo común de Tradición, ellas no han sido
equivalentes.
Confederación con toda plenitud.
No solo para los Estados históricos.
Será para todos los que tienen personalidad.
No hay un pedazo de Las Españas en que no haya florecido
la libertad.
Y esta libertad es la Confederación.
La Confederación es la Constitución histórica de los
antiguos Reinos.
Y si queremos la verdadera faz de Las Españas, las
debemos querer confederales.
Las Españas confederales, unas y varias, bajo la égida de
la Monarquía Confederativa Hispana.
Monarquía personificada por el Rey Legítimo, aquel que
tenga la Legitimidad de Origen y de Ejercicio. Esta Legitimidad solo la tiene
la Dinastía Carloctavista, iniciada por S.M.C. Carlos VIII y en la actualidad
continuada por S.M.C. Domingo I.
Carloctavistas de Las Españas en la Península Ibérica.
"Constituyendo una poderosísima confederación de los pueblos Hispano-Latinos de uno y otro hemisferio, se podrá así contrarrestar la pretensión absorbente de la raza Sajona".
ReplyDeleteS.M.C. Carlos VII. 1897.